Mentiría si dijese que no me cuesta empezar a escribir un detalle, una crónica, una valoración de lo acontecido durante el gran evento que tuvo lugar en el maravilloso embalse de San Bartolomé los días 28,29 y 30 del pasado mes.
A
qué se debe que no me sea fácil escribir esto, pues a muchas cosas, emoción por lo vivido, satisfacción por el trabajo bien realizado y sobre todo orgullo de toda la gente que forma esta gran sociedad, que ha vuelto a dar todo
de sí misma para conseguir celebrar un año más el OPEN en memoria a nuestro gran compañero, amigo, a nuestro querido abuelo Jose Luis Redondo.
Sin embargo, este evento es digno de mencionar, de relatar y de ser recordado
durante mucho tiempo, por lo que me gustaría en nombre de toda la gente partícipe del evento dar mi valoración y opinión de lo acontecido en este magnífico evento que nunca pierde fuerza.
Vamos al lío, o mejor dicho
a la pesca.
Viernes 28 de Septiembre, 17horas, un día cálido con viento muy suave y un cielo despejado, con el sol brillando y haciendo reflejo en el bar del pantano de San Bartolome, lugar donde nos encontrábamos de nuevo con nuestros
compañeros de pesca.
Anécdotas, historias, felicitaciones por capturas conseguidas a lo largo de los meses de verano, reencuentros y sobre todo tensión y muchos nervios.
Nervios que poco a poco iban en aumento
conforme se iba nombrando a cada una de las parejas para sacar esa escurrida bolita que determinaría el puesto en el cual pasarían el resto de horas luchando y pescando en este evento.
Fueron saliendo puestos, los buenos,
los malos, los regulares, a simple vista todos teníamos claro que puestos eran más productivos y cuales eran más complicados, pero esto como todo es algo que varía y que por mucho que queramos justificar nunca está firmado
ni escrito, y así fue, siendo una competición igualada.
Os contaré la trayectoria del mismo, y os animo a no perder detalle, ya que cada momento era una nueva circunstancia, un nuevo giro de los acontecimientos que hacía vibrar la competición y dotarla de una emoción propia de algo
muy importante.
El viernes por la noche, a la luz de la preciosa luna que emergía bien entrada la noche destellaron las primeras alarmas, rompiendo la armonía de una noche tranquila y silenciosa.
Fue una noche
donde los primeros peces empezaban a dar la cara, pero no de manera constante, sino muy poco a poco.
Ya tras varias horas de sueño e insomnio, amanecimos con un día despejado y en calma, una mañana tranquila donde escasos
peces se dejaban mostrar en forma de saltos y burbujeos.
El tiempo fue cambiante, las mañanas frescas y sin viento, pero conforme avanzaba la tarde iba aumentando la fuerza del dios Eolo y las aguas agitaban la orilla con gran continuidad, lo que propició que en uno de los sectores
más parados activase a los peces y pescadores los cuales sabían que era un momento idóneo para dar con nuestras amigas, y así fue conforme más viento hacía con mayor asiduidad se frecuentaban las picadas.
El finde fue
cambiando la pole continuamente de los 3 campeones del evento y la clasificación iba variando por momentos, dando saltos y bajos de forma continua.
Ya el domingo, fue una carrera sin frenos entre 4 parejas.
Tres del sector de los pinos y una pareja del sector del bar, los cuales lucharon como guerreros hasta el último minuto, y así fue, un pez , unos kilogramos de diferencia
separaron la gloria de la oportunidad de ser campeón y consagro por segundo año en este evento a la poderosa y mítica pareja formada por Sergio Vera y Jose Antonio Matute.
Ya por último y para concluir, damos la enhorabuena a todos los participantes, pero en especial a los 3 campeones.
También aprovechamos para dar las gracias a todos los colaboradores de este evento que gracias a ellos
lo hace aún más grande y en esta edición 6 parejas pudieron llevarse un buen lote de productos.
Emoción, muchas ganas, afán de superación y sobre todo y como viene siendo costumbre deportividad y agradecimiento para la organización, para esos grandes jueces que no pararon y un gran cierre final con una comida muy buena
del dueño del bar, comida de reunión y despedida de los participantes, a los cuales hay que agradecerles su gran comportamiento y compromiso, ya que muchos repetimos año tras año.
Un Open más, sí uno más e igual de especial que el primero, que estamos seguros que no será el último y sin duda un día más para poder rendir tributo a nuestro gran amigo y representante allí arriba, Don José Luis Redondo,
un hombre que nos enseñó a seguir estos valores que hoy en día hacen posible que este homenaje siga siendo posible.
NOS VEMOS AL AÑO QUE VIENE!!!